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Medios
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Ante la reciente presentación pública del área de rehabilitación de Lavapiés por parte del
Ayuntamiento y en concreto de la actuación prevista sobre la manzana del Casino de la Reina,
queremos manifestar:
A partir de ahora, la continuidad del centro social El Laboratorio sólo depende de la voluntad
política del poder municipal, ya que ninguno de los equipamientos previstos para esta manzana está
situado en el espacio actualmente ocupado por el centro social, salvo el parque, cuya necesidad
aceptamos y creemos perfectamente compatible con el centro social si el Ayuntamiento no utiliza la
necesidad de zonas verdes como argumento para esconder ante el vecindario su decisión autoritaria
de acabar con el centro social. La pista deportiva y la piscina tendrían perfectamente cabida en la
parte trasera del Casino de la Reina, aunque cabe preguntarse por los motivos para demoler la
piscina de La Latina con el fin de hacer una zona verde y construir sobre una zona verde como es el
patio de El Laboratorio una piscina...
La situación que se abre tras la presentación pública del área de rehabilitación por fin permite
abandonar supuestos criterios técnicos y establecer definitivamente entre el centro social y el
Ayuntamiento una confrontación directamente política, en la que El Laboratorio apostará por hacer
valer la legitimidad de los centros sociales okupados en contra de la criminalización a que están
sometidos.
El único argumento que los responsables municipales esgrimen para justificar el desalojo de éste
centro social (y otros, como C.S. Tierra Libre, en el barrio de Estrecho) es la ilegalidad. Pero para
quienes apostamos por la transformación radical y colectiva del mundo y de nuestros mundos, la
legalidad no es un argumento. ¿Debemos aceptar el trabajo infantil o la pena de muerte sólo porque
sea legal en algunos Estados? Muchos movimientos sociales se rebelan de mil maneras contra leyes
ilegítimas. Quienes okupamos hemos encontrado una manera, no sólo de rebelarnos y denunciar lo
que ya todo el mundo sabe sobre la explotación en el trabajo o la especulación en la vivienda, sino
de abrir espacios donde nuestras vidas materialmente pueden transformarse hacia una mayor
libertad. Los poderes reprimen la okupación no porque sea ilegal, sino porque temen que estas
experiencias de autonomía les pongan en entredicho: ¿para qué sus subvenciones, para qué sus
reglamentaciones si no les necesitamos? Los centros sociales plantean un continuo "¿para qué?".
Aunque la okupación sea ilegal, la legitimidad está de nuestra parte. Por ello, y porque creemos
contar con suficiente apoyo social en el barrio y fuera de él como para que el Ayuntamiento se lo
piense dos veces antes de desalojar, apostamos desde ya por la continuidad del centro social y en
este sentido vamos a iniciar una serie de pasos:
Solicitud formal de la luz y el agua.
Denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente de la CAM, contra el Ministerio de Economía y
Hacienda por abandonar irresponsablemente productos químicos y biológicos de alta toxicidad,
poniendo en grave peligro la seguridad del vecindario. (Estos productos no recibieron ningún tipo
de tratamiento ni almacenamiento adecuado durante casi 4 años, permaneciendo en el edificio
abandonado al alcance de niñ@s que se colaban para jugar "clandestinamente", así como de la
gente sin techo que lo utilizaba esporádicamente, hasta que se okupó el edificio y el centro social se
hizo cargo de los productos. Esto lo pueden atestiguar l@s propi@s niñ@s, que continúan viniendo
a jugar.) Decir por último que, por la gravedad de los hechos denunciados, Aedenat y AA.VV. La
Corrala presentarán denuncia en el mismo sentido.
14 de mayo de 1998
Centro Social Okupado El Laboratorio
Ayuntamiento y en concreto de la actuación prevista sobre la manzana del Casino de la Reina,
queremos manifestar:
A partir de ahora, la continuidad del centro social El Laboratorio sólo depende de la voluntad
política del poder municipal, ya que ninguno de los equipamientos previstos para esta manzana está
situado en el espacio actualmente ocupado por el centro social, salvo el parque, cuya necesidad
aceptamos y creemos perfectamente compatible con el centro social si el Ayuntamiento no utiliza la
necesidad de zonas verdes como argumento para esconder ante el vecindario su decisión autoritaria
de acabar con el centro social. La pista deportiva y la piscina tendrían perfectamente cabida en la
parte trasera del Casino de la Reina, aunque cabe preguntarse por los motivos para demoler la
piscina de La Latina con el fin de hacer una zona verde y construir sobre una zona verde como es el
patio de El Laboratorio una piscina...
La situación que se abre tras la presentación pública del área de rehabilitación por fin permite
abandonar supuestos criterios técnicos y establecer definitivamente entre el centro social y el
Ayuntamiento una confrontación directamente política, en la que El Laboratorio apostará por hacer
valer la legitimidad de los centros sociales okupados en contra de la criminalización a que están
sometidos.
El único argumento que los responsables municipales esgrimen para justificar el desalojo de éste
centro social (y otros, como C.S. Tierra Libre, en el barrio de Estrecho) es la ilegalidad. Pero para
quienes apostamos por la transformación radical y colectiva del mundo y de nuestros mundos, la
legalidad no es un argumento. ¿Debemos aceptar el trabajo infantil o la pena de muerte sólo porque
sea legal en algunos Estados? Muchos movimientos sociales se rebelan de mil maneras contra leyes
ilegítimas. Quienes okupamos hemos encontrado una manera, no sólo de rebelarnos y denunciar lo
que ya todo el mundo sabe sobre la explotación en el trabajo o la especulación en la vivienda, sino
de abrir espacios donde nuestras vidas materialmente pueden transformarse hacia una mayor
libertad. Los poderes reprimen la okupación no porque sea ilegal, sino porque temen que estas
experiencias de autonomía les pongan en entredicho: ¿para qué sus subvenciones, para qué sus
reglamentaciones si no les necesitamos? Los centros sociales plantean un continuo "¿para qué?".
Aunque la okupación sea ilegal, la legitimidad está de nuestra parte. Por ello, y porque creemos
contar con suficiente apoyo social en el barrio y fuera de él como para que el Ayuntamiento se lo
piense dos veces antes de desalojar, apostamos desde ya por la continuidad del centro social y en
este sentido vamos a iniciar una serie de pasos:
Solicitud formal de la luz y el agua.
Denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente de la CAM, contra el Ministerio de Economía y
Hacienda por abandonar irresponsablemente productos químicos y biológicos de alta toxicidad,
poniendo en grave peligro la seguridad del vecindario. (Estos productos no recibieron ningún tipo
de tratamiento ni almacenamiento adecuado durante casi 4 años, permaneciendo en el edificio
abandonado al alcance de niñ@s que se colaban para jugar "clandestinamente", así como de la
gente sin techo que lo utilizaba esporádicamente, hasta que se okupó el edificio y el centro social se
hizo cargo de los productos. Esto lo pueden atestiguar l@s propi@s niñ@s, que continúan viniendo
a jugar.) Decir por último que, por la gravedad de los hechos denunciados, Aedenat y AA.VV. La
Corrala presentarán denuncia en el mismo sentido.
14 de mayo de 1998
Centro Social Okupado El Laboratorio